Descripción

Las lesiones meniscales son daños en los meniscos, dos estructuras de cartílago en forma de 'C' (menisco medial y menisco lateral) ubicadas dentro de la articulación de la rodilla. Actúan como amortiguadores, distribuyendo el peso, estabilizando la rodilla y facilitando el movimiento suave. Una lesión meniscal, comúnmente un desgarro, ocurre generalmente por un giro o torsión brusca de la rodilla mientras el pie está apoyado en el suelo, o por el desgaste gradual relacionado con la edad. Los desgarros pueden variar en tamaño y forma, y su tratamiento depende de estos factores.

Causas

• Traumatismos agudos: comunes en deportes, por un giro o torsión repentina de la rodilla
• Degeneración: con el envejecimiento, los meniscos se debilitan
• Levantar objetos pesados o agacharse profundamente
• Impactos directos en la rodilla
• Movimientos de pivote con el pie fijo
• Deportes de contacto o que requieren cambios de dirección súbitos

Síntomas

• Dolor de rodilla, que puede ser agudo o sordo, empeora al girar o rotar
• Hinchazón de la rodilla, que puede aparecer horas después de la lesión
• Rigidez y dificultad para extender o flexionar completamente la rodilla
• Sensación de 'clic', 'chasquido' o 'bloqueo' en la rodilla
• Sensación de que la rodilla 'cede' o es inestable
• Sensibilidad al tacto en la línea articular

Complicaciones

• Dolor crónico de rodilla
• Bloqueos articulares recurrentes
• Inestabilidad persistente de la rodilla
• Desarrollo temprano de artrosis en la rodilla
• Necesidad de cirugía más compleja si el daño progresa
• Limitación funcional significativa

Factores de riesgo

• Participación en deportes que implican giros y pivotes (fútbol, baloncesto, esquí)
• Edad avanzada, debido a la degeneración natural de los meniscos
• Obesidad, que aumenta la carga sobre las rodillas
• Trabajos que requieren agacharse o ponerse en cuclillas con frecuencia
• Lesiones previas de rodilla
• Debilidad muscular del cuádriceps

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