Descripción

Una hernia discal ocurre cuando el núcleo gelatinoso de un disco intervertebral, que actúa como amortiguador entre las vértebras, se desplaza o sobresale a través de una rotura en su capa externa fibrosa. Este desplazamiento puede presionar los nervios cercanos en la médula espinal o la raíz nerviosa, causando dolor, entumecimiento, debilidad o una combinación de estos síntomas en la zona afectada o en las extremidades. Las hernias discales son más comunes en la región lumbar (parte baja de la espalda) y cervical (cuello). La mayoría de las hernias discales se resuelven con tratamientos conservadores.

Causas

• Desgaste natural y envejecimiento de los discos (degeneración discal)
• Levantar objetos pesados de forma incorrecta, especialmente al girar el tronco
• Movimientos bruscos o traumatismos en la columna vertebral
• Obesidad, que añade presión extra a la columna vertebral
• Fumar, ya que puede reducir el suministro de oxígeno a los discos
• Factores genéticos

Síntomas

• Dolor de espalda o cuello que puede irradiarse a brazos o piernas
• Entumecimiento u hormigueo en la zona afectada o en las extremidades
• Debilidad muscular que puede dificultar el movimiento
• Dolor que empeora al toser, estornudar o al realizar ciertos movimientos
• Ciática si afecta la parte baja de la espalda y pierna
• Pérdida de reflejos en casos severos

Complicaciones

• Dolor crónico e incapacitante
• Pérdida de sensibilidad o debilidad muscular permanente
• Síndrome de cauda equina (emergencia médica)
• Necesidad de cirugía para aliviar la compresión nerviosa
• Atrofia muscular por denervación
• Incapacidad laboral prolongada

Factores de riesgo

• Edad: más comunes en personas entre 30 y 50 años
• Sobrepeso u obesidad
• Ocupaciones que requieren levantar objetos pesados, empujar o tirar
• Fumar
• Conducir por períodos prolongados
• Genética
• Sedentarismo

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